domingo, 25 de enero de 2009

Año nuevo, viejos propósitos.

Pues nada, que luego de quién sabe cuántos meses estoy de nuevo aquí, intentando descifrar mis emociones a través de la escritura.
Me preocupa perder este espacio por no usarlo con frecuencia. Entre mis nuevos y viejos propósitos siempre ha estado el de escribir con regularidad y resulta que siempre estoy retrasando ese y otros objetivos.
No voy a enumerar los propósitos de este 2009, mejor los voy a ir realizando y ya estaré dando cuenta aquí de qué tan cerca estoy de la meta o si acaso ya llegué.
Saludo a cualquier lector del ciberespacio que lea estas líneas y espero que este año de crisis económica y social no se nos vaya de las manos y podamos hacerle frente con energía e imaginación.

1 comentario:

hermana Rosita dijo...

El utilizar la escritura para descifrar las emociones es algo veo fácil el tí. Se que algun día podrás escribir un brillante libro que te revele y nos haga encontrarte y reconocerte. Ya llegará el momento