Cuando lo vi se estaba comiendo una sandía jugosa, fresca, roja y crujiente. Convídame -le dije. Él estiró la mano y puso la fruta en mi boca. La mordí, luego se me quedó viendo, se acercó y me dio un beso húmedo, sabroso y tierno que yo recibí sin oponer resistencia. Desde entonces me he vuelto aficionada a las sandías.
Ejercicio de escritura: anécdota "Mi primer beso" en 60 palabras.
2 comentarios:
Será que es prudente tener cuidado con el dulce nectar de las frutas, o es más prudente tener cuidado con el dulce nectar de la carne.
Disfrutar. Los prudente es disfrutar si ello no ofende a terceros.
Publicar un comentario