miércoles, 9 de junio de 2010

La Sandía

Cuando lo vi se estaba comiendo una sandía jugosa, fresca, roja y crujiente. Convídame -le dije. Él estiró la mano y puso la fruta en mi boca. La mordí, luego se me quedó viendo, se acercó y me dio un beso húmedo, sabroso y tierno que yo recibí sin oponer resistencia. Desde entonces me he vuelto aficionada a las sandías.


Ejercicio de escritura: anécdota "Mi primer beso" en 60 palabras.

2 comentarios:

BloodyAllLover dijo...

Será que es prudente tener cuidado con el dulce nectar de las frutas, o es más prudente tener cuidado con el dulce nectar de la carne.

Angelus dijo...

Disfrutar. Los prudente es disfrutar si ello no ofende a terceros.