lunes, 27 de enero de 2014

José Emilio Pacheco fue mi vecino

José Emilio Pacheco fue mi vecino durante más de diez años. Él no me conocía; yo sí. Desde la ventana del departamento que compratía con Víctor, ubicado en Choapan 22, colonia Condesa, lo veía salir y entrar, casi siempre en auto, a diferencia de Cristina, su esposa y las hijas, que iban y venían como cualquier otro del barrio. Todo esto hace más de 22 años.
A veces, cuando pasábamos caminando junto a una de las ventanas de su casa que daba a la calle, me ponía de puntitas y me acercaba a mirar para ver si lograba ver algo del interior. No veía nada, la ventana estaba totalmente tapiada de libros, periódicos y revistas. Algunas tardes, mientras Víctor, yo y algún amigo de visita hacíamos la sobremesa tomando café, tuvimos la oportunidad de mirar cuando a casa de los Pacheco llegaba por ejemplo Octavio Paz, a veces Elena Poniatowska, Carlos Monsiváis o Juan José Arreola y otras celebridades de ese calibre. La dinámica casi siempre era la misma, un chofer los llevaba hasta la puerta, ellos descendían, nosotros los mirábamos, nos emocionábamos y luego podíamos esperar un buen rato hasta que de nuevo salían y los veíamos marcharse. Durante ese tiempo leí dos novelas suyas, El principio del placer y Batallas en el desierto, de la que luego se hizo una película que no me gustó. Más tarde los Tacubos hicieron una rolita muy simpática inspirada en esa historia. Nos mudamos a Tijuana y siempre recordé con gusto la vecindad de tan ilustre personaje. José Emilio Pacheco ya no está en esa casa y algo en mi interior se ha puesto melancólico.

2 comentarios:

Pepe Hernández dijo...

Cuando empece a leer la publicación, rápidamente me acorde de aquel día de clases donde nos contó ese anécdota y tal cual como dijo.

otra cosa, el primer libro que he leído y puesto atención fue el de "batallas en el desierto" a través de ese libro se despertó mi interés por leer más .

-Pepe

Angelus dijo...

Oh! Qué bien que los recuerdes Pepe. Me da mucho gusto saludarte y más saber que sigues disfrutando la lectura. Te mando un cariñoso saludo.